Ya sean naturales o una construcción producto del funcionamiento de las sociedades modernas, los sonidos que nos rodean forman parte inevitable de nuestras vidas y de nuestra memoria colectiva, presentándose como un material inestimable para la comprensión de las culturas y las sociedades que los producen, los utilizan o los perciben.
Por esta razón, la actitud hacia el sonido de un lugar no sólo debe ser positiva, si no que debe de estudiarse para identificar aquellos componentes que merece la pena conservar, o, incluso, restaurar.
El interés por el Paisaje Sonoro es relativamente reciente y apenas se ha estudiado desde el punto de vista artístico y cultural.
El grupo de investigadores que bajo el nombre de World Soundscape project surgió en la Universidad Simon Fraser (Vancouver) a finales de los sesenta de la mano de M. Schafer y B. Truax presentaba una propuesta pionera -“documentar y archivar paisajes sonoros, describirlos y analizarlos, y promover un aumento del conocimiento público a través de la escucha y el pensamiento crítico”- que desde entonces se ha enriquecido con diferentes enfoques-. Instituciones como el WFAE (world forum for acoustic ecology) [1] o el Acoustic ecology institute [2], proyectos como Acoustic Enviroments in Changes [3], Soundtransit [4] o Earth Ear [5], grupos de trabajo como CRESSON (Centre de recherche sur l’espace sonore et l’environnement urbain) [6] o Ciudad Sonora [7], los textos de Y. Leroy, J. F. Augoyard, B. Krausse, A. Corbin o las obras de numerosos artistas como B. Truax, B. Fontana, H. Westerkamp o A. McCartney son son sólo algunos de los ejemplos del creciente interés que suscita la idea de “paisaje sonoro” en su multiplicidad de perspectivas.
Una aproximación al sonido de un lugar es una aproximación a su patrimonio inmaterial, que se puede recoger con fines estrictamente documentales, o, en el caso de “Escoitar.org”, como materia bruta para su posterior análisis cultural y para suscitar debate y cooperación en la red. Exponer sonido en una instalación artística o en un proyecto en red es, en realidad, contar el “paso del tiempo”, sincronizar la línea del tiempo universal con ese momento y esa situación.
Los sonidos son materiales no renovables y el hecho de capturarlos y exponerlos supone una prolongación de su vida, generando nuevos espacios vivos y mutantes. Percibir, comprender y concebir nuestra identidad sonora, la de nuestros lugares, su coherencia y su idiosincrasia es un ejercicio necesario y saludable.
Encontrar el equilibrio bioacústico de un lugar, crear retratos o “Postales Sonoras”, y construir un mapa de situación (online) y una descripción de estos lugares a través de su paisaje sonoro contribuye a la construcción de la identidad de una zona geográfica –el sonido como patrimonio, el sonido como documento histórico-. Todo gracias a las posibilidades que ofrece la red como sistema horizontal y democrático.
Con este fin el Proyecto Escoitar.org ha desarrollado un software dedicado a la publicación libre de paisajes sonoros (Social Soundscapes) que permite a cualquier usuario participar subiendo audio al sistema, colocándolo automáticamente en el lugar geográfico en el que ha sido grabado.
Basado en las APIs de Google-Map, (Googlemap hack) el usuario puede navegar por el mapa google hasta encontrar el lugar donde hizo su grabación de campo. Haciendo click en dicho lugar, el software diseñado localiza automáticamente la latitud y la longitud de manera que el resto de internautas pueden localizarlo y escucharlo.
[1] “Espectro multidisciplinar de individuos implicados en el estudio de los aspectos sociales, culturales y ecológicos del ambiente sonoro”.
[2] “Aumentar el conocimiento personal y social de nuestros medioambientes sonoros, a través de programas educacionales en escuelas, eventos regionales, y nuestro sitio web internacionalmente reconocido, AcousticEcology.org, un centro de información sobre temas ambientales relacionados con el sonido e investigación científica”.
[3] “Proyecto internacional multidisciplinar que estudia los cambios de los paisajes sonoros en seis poblaciones europeas en el que participan investigadores, artistas, periodistas, habitantes locales y pioneros canadiense del estudio de los paisajes sonoros”.
[4] “Comunidad online colaborativa dedicada al campo de la grabación de campo y a la fonografía. En este lugar, tu puedes planear un viaje sonoro a través de varias localizaciones grabadas alrededor del mundo, o puedes buscar en la base de datos sonidos específicos grabados por distintos artistas de ciertos lugares”.
[5] “Sitio diseñado como un espacio-instalación experimental en el que puedes navegar a través de galerías que proporcionan diferentes estilos de paisajes sonoros medioambientales artísticos”.
[6] "Laboratorio que investiga sobre los entornos sensibles y sobre los ambientes arquitectónicos y urbanos [...] Enfocado en principio al estudio de los espacios sonoros, el laboratorio ha ampliado, a partir de los años 90, sus investigaciones a las multiples dimensiones de la percepción sensible in situ. Los investigadores abordan los fenómenos luminosos, térmicos, olfativos, hápticos y cinéticos”.
[7] “Grupo de investigación entorno a la dimensión sonora de la vida social, que agrupa a profesionales de diversos ámbitos (antropología, psicología social, arquitectura, acústica, etnomusicología, diseño) y tiene como objetivos crear una red de proyectos de investigación relativos al sonido e a la investigación social, desarrollar una dinámica de investigación permanente sobre el sonido y sus condiciones perceptivas, políticas y estéticas e incentivar y participar en el desarrollo de acciones e intervenciones con el fin de visibilizar el aspecto sonoro de la vida urbana”.
Escoitar es un proyecto del Cluster Artesonoro.org cuyo equipo principal de trabajo está formado por Juan-Gil (musicólogo), Horacio González (programador y artista sonoro), Berio Molina (programador y artista sonoro), Julio Gómez (gestor cultural), Carlos Suárez (musicólogo) y Chiu Longina (antropólogo).
Escoitar.org es una comunidad en red abierta cuyo principio fundamental es la libertad, (frente al máximo beneficio). Pretende contribuir a la generación de nuevos modelos de sociedad adaptados a las condiciones sociales actuales. Para Escoitar.org la innovación se fortalece si se comparte, (todo lo que no se da se pierde), ese es el principal valor de este proyecto comunitario con una importante dimensión ética basada en el compromiso y en el valor de la cooperación.
También reflexiona sobre en que medida el espíritu open source empieza a llegar a los componentes esenciales del poder; en que medida la movilización de recursos, fuera de las instituciones del estado, contribuyen a diluir el poder de las corporaciones y cuestionan la teoría económica del valor. Este proyecto se sube al barco de la dinamización social apoyando la fuerza y la garantía que ya ofrecen otras comunidades en red. Se sitúa en contra de las posiciones neutrales y, al mismo tiempo, reflexiona sobre los peligros del fundamentalismo tecnológico. Paradógicamente, presenta las opiniones de todas los frentes sociales sin someterlas a juicio. La cultura es una construcción social dinámica y relatar/registrar su tiempo real es otro de los objetivos del proyecto. El patrimonio sonoro de un lugar debería ser consensuado por sus habitantes, es por ello que Escoitar.org facilita una herramienta que puede ayudar a materializar este tipo de actitud.